Oración Comunitaria 25/01/2018
ESCUELA DE ORACIÓN:
Este domingo la Iglesia nos propone, a través de la Jornada de Infancia Misionera, que recordemos a los misioneros y su labor evangelizadora. Lo hacemos de la mano de unos magníficos misioneros –animados, alegres y siempre dispuestos a hablar y actuar–, como son los niños.
El niño es misionero porque no tiene miedo y se sabe acompañado siempre por Dios. Y el niño nos anima a los adultos a que no olvidemos que la evangelización es tarea universal del bautizado. Con la confianza en el amor de Dios hacia toda la humanidad, comenzamos nuestra oración comunitaria.
Canto
JEREMÍAS 1, 4-10
El Señor me dirigió la palabra:
Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de naciones.
Yo repuse: - ¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que solo soy un niño.
El Señor me contestó: - No digas que eres un niño, pues irás adonde yo te envíe y dirás lo que yo te ordene. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte – oráculo del Señor-.
El Señor extendió la mano, tocó mi boca y me dijo: - Voy a poner mis palabras en tu boca. Desde hoy te doy poder sobre los pueblos y reinos para arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar.
Canto Tú vales mucho más que todo el oro
NOTICIA:
Aarón Fernández ha contado cómo acompañó a sus padres, con solo nueve años, a una experiencia de misión durante dos años y medio en Bahía de Kino, al norte de México. “Todo empezó cuando un día nos reunieron a todos los hermanos, de los que soy el mayor, para proponernos ir de misión con Ekumene. Recuerdo que en nuestro entorno hubo de todo, pero muchos no lo entendieron”.
A él mismo tampoco le resultó fácil: “Tenía un cierto miedo a lo desconocido y tristeza por dejar a mis amigos. Además, cuando llegamos allí, lo hicimos en plena ola de frío y recuerdo que no había nadie en la calle. Ahí me pregunté: ¿por qué, entre tantas familias españolas, Dios nos ha escogido a nosotros? Luego eso pasó y nos encontramos con una gran acogida por parte de toda la gente”.
En ese tiempo, mientras sus padres se implicaban en todo tipo de programas, visitando a los vecinos en sus casas y acompañando a novios y participantes en programas de desintoxicación, Aarón y otros niños empujaban con fuerza del mismo carro misionero: “En el Centro Betania compartíamos juegos y oración, pero también salíamos a la calle. Con mi padre íbamos un grupo de niños a visitar a los campesinos mientras trabajaban en el campo. Parábamos, celebrábamos la misa, hablábamos, jugábamos al fútbol…”.
De regreso en España, Aarón vio claro que aquí también podía seguir siendo un misionero: “Me encontré con un contraste muy fuerte a la hora de vivir la fe con lo que habíamos experimentado en México. Por eso sigo tratando de hacer llegar el Evangelio en clase, con mis amigos o en los grupos de catequesis en los que participo. Doy mi testimonio con discreción, pero también con valentía”.
Canto
EVANGELIO Mateo 28, 16-20
Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos”
Canto
Peticiones y Padre Nuestro
SALIDA
Discípulos que sepan ver, juzgar y actuar. Discípulos misioneros que saben ver, sin miopías heredadas; que examinan la realidad desde los ojos y el corazón de Jesús, y desde ahí juzgan. Y que arriesgan, que actúan, que se comprometen. Pidamos a través de la intercesión de nuestra Madre que nos acompañe en nuestro camino de discípulos, para que, poniendo nuestra vida en Cristo, seamos siempre misioneros que llevemos la luz y la alegría del Evangelio a todas las gentes.
Canto