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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 28/09/2017

ESCUELA DE ORACIÓN
Nos reunimos en esta Capilla del Cristo de San Damián para orar en comunidad. Hagamos silencio. Hacer silencio es reconocer que nuestras preocupaciones no pueden mucho. Hacer silencio es dejar a Dios lo que está fuera de nuestro alcance y de nuestras capacidades. Un momento de silencio, incluso muy breve, es como un descanso sabático, una santa parada, una tregua respecto a las preocupaciones. Al hacer silencio, ponemos nuestra esperanza en Dios.
Cristo dice: «Éste es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado» (Juan 15,12). Tenemos necesidad de silencio para acoger estas palabras y ponerlas en práctica. De manera humilde pero cierta, el silencio conduce a amar.
Y amar conduce a tener presentes a tantos hermanos que sufren por la violencia, por la guerra, por los terremotos, por los accidentes, por políticas económicas deshumanizadoras. Sufren la persecución de los poderosos y tienen que refugiarse en otro país. El amor conduce a amar a todos, a ir a la viña donde todos somos tratados por igual.
Y con Francisco que fue viñador de la humildad, del abandono y de la paz, comenzados diciendo: “Oh Alto y Glorioso Dios”

SALMO: 61 (2-8)
Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la salvación. Sólo él es mi Roca salvadora, él es mi baluarte: nunca vacilaré.
¿Hasta cuándo se ensañarán con un hombre para derribarlo entre todos, como si fuera un muro inclinado o un cerco que está por derrumbarse?
Sólo piensan en menoscabar mi dignidad y se complacen en la mentira; bendicen con la boca y maldicen con el corazón.
Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la esperanza. Sólo él es mi Roca salvadora, él es mi baluarte: nunca vacilaré.
Mi salvación y mi gloria están en Dios: él es mi Roca firme, en Dios está mi refugio.

NOTICIA: Así se reclama que España acoja a los refugiados que prometió (El País. Lola Herrero 25-09-2017)
España se comprometió a reubicar a 17.337 refugiados entre el 26 de septiembre de 2015 y el 26 de septiembre de 2017. Dos años después, la fecha límite expira y el acuerdo no se ha cumplido. En total, han llegado 1.961 personas, solo un 11%: 1.257 de las 9.323 que estableció de forma obligatoria la UE según el tamaño de su economía, la población, la tasa de desempleo y la presión migratoria. Y, por otro lado, 704 de las 1.449 que estaban en terceros países, fundamentalmente sirios que habían huido a Líbano, Turquía o Jordania. La Unión Europea también prometió dar cobijo a 180.000 a través de programas de reubicación y asentamiento, pero tampoco ha hecho sus deberes, pues apenas ha trasladado a una de cada cuatro que lo necesitaba
Una de las cuestiones más criticadas es que el sistema confeccionado por la Comisión Europea no penaliza a los países que incumplen sus promesas. Y a partir del 26, además, este sistema deja de tener base legal, por lo que los países ya no estarán obligados a cumplir esas cuotas.
En estos dos años, la sociedad civil y organizaciones en defensa de los derechos humanos han protestado alto y claro porque veían que no se estaba haciendo lo suficiente y que quedaban muchas personas aún a las que dar protección. Han surgido numerosas campañas, movilizaciones, actos de protesta, manifestaciones artísticas reivindicativas.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) quiere que la sociedad ponga nombre y rostro a las personas que han sufrido las consecuencias. Y lo hacen con tres vídeos, tres historias de esa inacción europea que desde hoy se pueden ver bajo el paraguas de la campaña Muro de mentiras, en referencia al que ha ido construyendo Europa durante los dos últimos años para impedir que personas como Somaia, Nahid o Aisad puedan rehacer sus vidas en un entorno seguro.
“Como el Gobierno no ha cumplido sus compromisos y el plazo se acaba, como no han llegado las 17.337 personas refugiadas previstas antes del 26 de septiembre, como no las vemos ni las autoridades parecen verlas, vamos a enseñárselas”, ha anunciado Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
Amnistía mantiene activa Yo Acojo, una campaña mundial para exigir que los Estados brinden a las personas refugiadas la protección que necesitan y garanticen que sus derechos son respetados.
¿Qué pasaría si cada uno de nosotros dejara de cumplir con sus compromisos en el día a día con el trabajo, con la familia o con nuestros estudios? "Pues justo eso, incumplir, es lo que hacen la UE y el Gobierno español en lo que refugio y acogida se refiere, con las graves consecuencias que esto conlleva para miles de personas en todo el mundo".

EVANGELIO. Mt 6, 19-21
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.

SALIDA:
«Estamos invitados a considerar las situaciones de las familias refugiadas, obligadas muchas veces a abandonar con prisa su casa y su patria y a perder cualquier bien y seguridad para huir de violencias, persecuciones o graves discriminaciones por motivos religiosos, étnicos o ideas políticas».
«Nuestro corazón se cansa de aceptar la muerte de aquellos que afrontan viajes extenuantes para huir de dramas, de pobreza, de guerras y de conflictos a menudo vinculados con políticas internacionales»
Pero el Evangelio nos impulsa a ser nuevos Cristos en el Mundo, viñadores de una nueva sociedad, una nueva esperanza, un nuevo mundo donde todos tienen cabida.

Con Francisco terminamos diciendo: “Te adoramos …”