Oración Comunitaria 11/05/2017
1-Introducción:
Bajo el lema “ Cuidar la tierra, cuidar personas” celebramos esta XXXII Semanas de Franciscanos por la paz.
La conquista y la explotación de los recursos, se ha convertido en predominante e invasora, y ha llegado, en la actualidad, a amenazar la propia capacidad hospitalaria del medio ambiente. Dios es Creador, Él que nos regala los árboles, los campos, y todas las plantas, nos ordenó cuidar la creación con una actitud de servicio “La actitud que debe caracterizar al hombre ante la creación es esencialmente la de la gratitud y el reconocimiento. El mundo se presenta a la mirada del hombre como huella de Dios, lugar donde se revela su potencia creadora, providente y redentora”.
Ante Jesús resucitado, le pedimos una conversión ecológica para rediseñar hábitos y comportamientos. Tomar decisiones solidarias basadas en una opción preferencial por los más pobres es algo a lo que todos estamos llamados.
Con la certeza de sentirnos hijos de un mismo padre comencemos este rato de oración diciendo juntos: Oh alto y glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón, dame fe recta, esperanza cierta, caridad perfecta, sentido y conocimiento Señor, para que cumpla tu santo y veraz mandamiento.
Canto
2- Alabanza
Te alabamos, Padre,
con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas Espíritu Santo,
que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido
de la creación,
tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino
Canto
3-Noticia “Cuidar la tierra, cuidar personas”( Severino Calderón)
Los recursos de la Tierra deberían servir para las necesidades de todos los seres humanos, presentes y futuros: no podemos derrocharlos irresponsablemente, pues estaríamos cercerando las posibilidades de sustento y desarrollo para nuestros hermanos más necesitados.
No podemos perder de vista que la degradación ambiental produce impactos sociales, y que son las poblaciones más vulnerables (los pobres, los excluidos de la sociedad) lo que sufren las más graves consecuencias. Por eso para solucionar los problemas ambientales requieren una aproximación integral para devolver dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar de la madre tierra y de la naturaleza.
No hemos de perder de vista que existe una ecología humana, que lleva a respetar la verdad de última de la toda persona, su dignidad intrínseca, por encima de toda su condición, edad o situación social. Cuando no se reconoce la realidad vital de cada persona, difícilmente se escucharan los gritos de la misma tierra.
El cuidado de la tierra atañe a todos los seres humanos independientemente de los credos o filosofías particulares. Las causas y las soluciones depende de la todas las visiones del mundo y de las personas que lo habitan, porque es desde ahí desde donde podemos reorientar nuestro modelo de progreso. El Papa Francisco en la encíclica Laudato Si dice: …”esto debería provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientando el cuidado de la tierra, a las defensa de los pobres a la construcción de redes de respeto y de fraternidad” (201).
Cuidar la tierra aparte de dar calidad ambiental afecta también a la salud de las personas, cuidar personas, en los ruidos y los materiales de construcción. También hay motivos de índole económico: buenas prácticas ambientales, a medio y largo plazo, siempre llevan consigo ahorros, en la energía, el agua o los materiales que se consumen.
Los principios que fundamentan una buena gestión para cuidar la tierra, el ambiente y las personas tendrá que tener en cuenta las bien conocidas cinco R.
La primera Reducir todo lo innecesario en todos los ámbitos practicando un consumo responsable que da preferencia a unos productos frente a otros más dañinos, utilizando aquello que se menos tóxico y cause menor huella ecológica y menor gasto de agua, menos emisiones de CO2 a la atmósfera.
La segunda Reutilizar todo lo que sea posible, tantas veces como sea factible. Vivimos en la “cultura del descarte” lo cual es dañino para la tierra y las personas. Podemos reutilizar mucho nuestros recursos antes de caer en la tentación de “usar y tirar”.
La tercera Reciclar materiales, sobre todo lo más dañinos para la recta generación de bioenergía. Evitando nuevos frentes de explotación de la hermana madre tierra y de las criaturas todas.
La cuarta Restaurar los daños causados. Se trata de ayudar a la recuperación de lo que hemos alterado intentándolo retornar a su estado original, recuperar el daño hecho a las personas y una parte de los ecosistemas originales.
La quinta Re-educar para una nueva visión de la Tierra y de las personas que la habitan. El papel educativo puede tener un gran alcance formando en valores de vida que sean permanentes y que lleven a la conversión personal y ecología de la madre tierra a la que cuida Francisco de Asis en el Cantico de las Criaturas.
CANTO
4- Evangelio (Jn 1,1-5)
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Canto
5-Peticiones y Acción de gracias.
6- Padre Nuestro
7- Salida
“Si el solo hecho de ser humanos mueve a las personas a cuidar el ambiente del cual forman parte, los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador, forman parte de su fe” (LS 64).
Acabamos juntos con la Oración de Francisco por la Paz:
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
Que allí donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga perdón,
donde haya discordia, ponga unión,
donde haya error, ponga verdad,
donde haya duda, ponga fe,
donde haya desesperación, ponga esperanza,
donde haya tinieblas, ponga vuestra luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Maestro, que yo no me empeñe tanto en ser consolado como consolar,
en ser comprendido como en comprender,
en ser amado como en amar.
Pues dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.
CANTO FINAL( CÁNTICO DE LAS CRIATURAS).