Oración Comunitaria 27/04/2017
ORACIÓN 27 ABRIL 2017
ESCUELA DE ORACIÓN: En esta tarde primaveral, volvemos a Jesús y nos dejamos interpelar por su proyecto en nuestras vidas. Continuamos con la lectura de la carta pascual de este año:
Creer en Jesús es creer en ALGUIEN
Dios nos llama a vivir la plenitud de la vida desde Jesús, una vez que recibimos la propuesta y aceptamos la llamada de Dios en nuestra vida. La fe no consiste en creer en algo, sino en creer en alguien y ese Alguien es Jesucristo. Toda la persona se siente comprometida con él de modo que la fe es algo unitario, sólido, de una sola pieza. Por eso no hay zonas ni tiempos religiosos, sino que todas las zonas y tiempos humanos tienen dimensión religiosa.
Es con toda la persona con la que creemos en Jesús y nos compromete con Dios. Es mi cabeza con el conocimiento; mi corazón con la confianza y el amor; mi voluntad con mis decisiones, mi entrega a Dios y a los hermanos. Creo en Alguien al que le doy mi mente, mi corazón y mi voluntad.
Con las palabras de Francisco comenzamos diciendo: “Oh Alto y Glorioso Dios...”
SALMO 117
¡Aleluya! Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor, y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo; ¿qué podrá hacerme el hombre? El Señor está conmigo y me auxilia, veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. Todos los pueblos me rodeaban, en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban cerrando el cerco, en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban como avispas, ardiendo como fuego en las zarzas, en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme, pero el Señor me ayudó; el Señor es mi fuerza y mi energía, él es mi salvación.
NOTICIA
Cuando faltan pocos días para el viaje del papa a Egipto, programado para este viernes 28 y sábado 29, el testimonio de una viuda tras el reciente ataque suicida a la catedral de Alejandría, fue transmitido por la televisión.
“No guardo odio hacia quien asesinó a mi marido, y me dirijo a él: pueda el Señor concederte el perdón”. Su marido, custodio de la catedral de Alejandría, murió asesinado el Domingo de Ramos en la iglesia, tratando de evitar la masacre perpetrada por un fundamentalista suicida que se hizo explotar al atacar la comunidad ortodoxa reunida en oración.
La viuda se dirige al asesino y le dice: “Hijo mío, créeme te estás equivocando. Mi marido no está más pero le pido a Dios que te tenga misericordia”.
E interroga a los terroristas: “¿Lo que están haciendo es justo o es equivocado? Créanme les perdono, han llevado a mi marido a un lugar que nunca habría ni siquiera soñado. Créanme estoy orgullosa de mi marido y hubiera querido estar allí a su lado y les agradezco”.
El periodista musulmán al escuchar el testimonio de la viuda se queda mudo, y después de 12 segundos interminables, hace un profundo respiro y dice: “Los cristianos de Egipto son de acero, desde hace cientos de años soportan atrocidades y desastres, aman profundamente esta tierra y soportan todo por la salvación de esta nación”.
“Pero sobre todo, ¡cuánto es grande vuestra capacidad de perdón!. Si vuestros enemigos lo supieran no les creerían. Si hubiera sucedido con mi padre nunca podría haberlo dicho. Esta es su fe, su religión. Esta gente está hecha de una sustancia diferente”.
“Naseem es un héroe un mártir, un ejemplo para todos nosotros y para aquellos que están sentados y critican al país. Egipto va adelante gracias a la paciencia, a la perseverancia y a la resistencia de esta gran mujer, y de sus hijos en los que vive aún el padre para ser verdaderos hombres”.
NUEVO TESTAMENTO: 1 Corintios 15, 12-23
Si se anuncia que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de vosotros que no hay resurrección de entre los muertos? Pues bien: si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, y vana es también vuestra fe. Y aún más, somos hallados falsos testigos de Dios porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó si en verdad los muertos no resucitan.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo han perecido. Si solamente en esta vida tenemos esperanza en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.
Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos; y llegó a ser primicias de los que durmieron. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: primero Cristo, como primicia; luego los que son de Cristo, en su venida.
SALIDA
Cristo ayer y hoy. Que continuemos celebrando y viviendo este tiempo pascual como un auténtico tiempo nuevo. Que el Señor nos conceda un corazón misericordioso que haga de nuestro día a día un continuo estreno.
Si somos testigos de la luz, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar?
Con Francisco terminados diciendo: “Te adoramos...”