• imagen del slider

Datos

Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 20/04/2017

ORACIÓN 20 ABRIL 2017

ESCUELA DE ORACIÓN: Cristo ha resucitado. Comenzamos esta oración y las siguientes en este tiempo de alegría, con la carta de Pascua que nos regala este año Severino Calderón, bajo el título: “Volver al Evangelio y creer en Jesús” .
“Volver al Evangelio es creer en Jesús, que nos invita a cultivar intensamente un tipo de relaciones y encuentros, que nos vinculan como creyentes con la persona de Jesús, su vida y su testimonio.
 Se cree en una persona y luego en su mensaje, es lo que expresa el discípulo que aprende del Maestro las actitudes, valores y comportamientos, que configuran su vida. Podemos afirmar que ser cristianos es seguir a Jesús con la totalidad de la persona, en sus ideas (cabeza), sus sentimientos (corazón) y operación (manos y pies). El creyente se nutre de Jesús en la formación y en el estudio. Se alimenta en la oración y las celebraciones. Se cultiva, sobre todo en las obras evangélicas, viviendo las bienaventuranzas. Quien cree y experimenta a Jesús lo comunica porque vive un encuentro con el Maestro interior que se convierte en norma de vida, y la mantiene unido como el sarmiento a la vid (Jn 15,1-6).”
Con Francisco, que creyó y experimentó a Jesús en su vida, decimos: “Oh Alto y Glorioso Dios…”

SALMO 21.
¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor,según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; 5en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios».
Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. 

NOTICIA: “De la pandilla a la cocina”
Rafa corta unas patatas mientras el aceite se calienta en la sartén, luego añadirá una pizca de sal y las juntará con dos huevos batidos para hacer una tortilla. Él es un joven dominicano de veintiún años que pertenecía a una de las bandas latinas más peligrosas, ahora ha conseguido convertirse en cocinero gracias a la escuela de hostelería CESAL, que imparte clases de cocina a personas en riesgo de exclusión social en Madrid desde hace cinco años.
“Si la cocina no hubiese aparecido en mi vida, estaría en la cárcel, cumpliendo treinta años de condena, o muerto, como alguno de mis amigos”. Rafa quiso abandonar su anterior vida cuando una banda rival asesinó a un compañero. “En ese momento me di cuenta de que el muerto podría haber sido yo”, dice Rafa. Desde entonces busca un futuro mejor para él y su familia, lejos de la violencia.
Hay muchas historias de superación en CESAL. Personas que quieren buscar una alternativa a su situación, aprender y sentirse útiles. No importa de dónde procedan o si han tenido un pasado problemático, lo principal es esforzarse para salir adelante, ser constantes. Alejo tiene síndrome de asperger pero no le impide ser uno más del grupo: “mis padres están muy contentos al verme disfrutar y cuando les cocino en casa todo lo que he aprendido”. Tawa fue una víctima nigeriana de trata de personas durante meses y, tras huir de la mafia, ha encontrado en la escuela una esperanza para ella y su hijo: “ahora lo único que quiero hacer es aprender a cocinar y tener un futuro alejado de las calles y de la prostitución”.
En CESAL han pasado más de doscientos cincuenta jóvenes desde su apertura, de los cuales ochenta encontraron trabajo tras finalizar la formación. “Son los restaurantes los que me llaman para que les envíe alumnos. Esto no es un curso de cocina. Esto es el inicio de un futuro laboral”, cuenta De Isidro, profesor de la escuela. Este proyecto busca una educación inclusiva e integral, ya que no se trata sólo de una formación para buscar un empleo, sino aumentar la autoestima y confianza en uno mismo, aprender a trabajar en equipo y convivir con los demás
Es posible comenzar de nuevo, poner solución a las adversidades y acabar con los estigmas que limitan nuestro crecimiento como ser humano. “La vida te quita oportunidades, pero también te las da”, cuenta Rafa.

José María Gómez Vallejo
Periodista

EVANGELIO:  Jn 20,1-9
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

SALIDA
Cristo ha resucitado, y requiere de nuestras manos para cambiar los esquemas y llevar la buena noticia a todo el mundo. Que nuestro corazón rebose de amor, de justicia y de esperanza . Demos el paso firme hacia delante. No estamos solos, Jesús nos sostiene junto al Padre y María, y nos enseña el camino. Seamos Pascua de Resurrección.