Oración Comunitaria 26/01/2017
ORACIÓN COMUNITARIA, 26 DE ENERO DE 2017.
ESCUELA DE ORACIÓN
Como cada jueves, al caer la tarde, nos reunimos para orar en comunidad. Esta semana, vamos a tener presente la jornada de la infancia misionera con el lema: sígueme… Al contemplar el rostro, y sentir la ternura de la mirada de Jesús, los niños escuchan con atención la invitación a ser el mejor de sus amigos. Se trata de que los pequeños oigan esta invitación y respondan con prontitud.
Con motivo de la celebración el próximo domingo del día mundial de la lepra, hoy oraremos y tendremos presentes a todos los enfermos de lepra, y ojalá seamos como Francisco, que rogó cierto día con gran fervor, escuchó esta respuesta: Francisco es necesario que todo lo que como hombre has amado y has deseado tener, lo desprecies y aborrezcas, si quieres conocer mi voluntad. aquello que hasta el presente te parecía suave y deleitable se convertirá para ti en insoportable y amargo, y en aquello que antes te causaba horror, experimentarás gran dulzura y suavidad inmensa…
Confortados como Francisco con estas palabras comenzamos ahora diciendo todos juntos: “Oh alto y Glorioso Dios… “
SALMO: 40,(39)
Esperé confiadamente en el Señor:
él se inclinó hacia mí,
y escuchó mi clamor.
Puso en mi boca un canto nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos al ver esto , temerán
y confiarán a nuestro Dios.
¡Feliz el que pone en el Señor
toda su confianza,
y no vuelve hacia los rebeldes
que se extravían tras la mentira!
¡Cuántas maravillas has realizado,
Señor, Dios mío!
Por tus designios en favor nuestro,
nadie se te puede comparar.
Quisiera anunciarlos y proclamarlos,
pero son innumerables.
NOTICIA
Llegan en grupos; centenares a lo largo del año. Arrastran inmundicia y muñones ulcerosos bajo pantalones y kurtas, camisas largas típicas del subcontinente indio. Esconden pústulas supurantes entre los pliegues de los sarees, por donde asoma la miseria. Ya no acompañan su paso con repique de tablas, como hacían en la Edad Media, para que los sanos eviten la visión de sus llagas purulentas. Pero su existencia continúa impregnada del mismo halo de desconocimiento que hace siglos. A día de hoy, los males de todos los tiempos —ignorancia y pobreza— siguen combinados para perpetuar la enfermedad más antigua del mundo.
El especialista Krishna Bahadur, repite que la lepra no es contagiosa si está tratada. Él es ejemplo vivo y sano de lo médicamente cierto, aunque popularmente desconocido. Hijo y nieto de afectados por esta enfermedad, nació y se crió en una leprosería. Y desde hace más 20 años es el coordinador médico de Lalgadh, el centro nepalí que atiende a más afectados. En total, medio siglo en contacto con úlceras sangrantes y escaras lacerantes. Pero él no tiene ni una marca en su piel: “El problema es la falta de información. Eso les lleva a ocultar la enfermedad; que no se trate y que se contagie”. El doctor cuenta que algunos infectados se creen víctimas de maldiciones. El oscurantismo se transmite con más facilidad que la lepra.
Así como los enfermos ocultan sus pústulas, este hospital que les acoge también se esconde entre hectáreas de jungla. Fundado hace más de 15 años cerca de Katmandú, la capital nepalí, el hospital ha crecido de sus iniciales tres miembros, al equipo de 34 profesionales que atienden a miles de pacientes en el centro más visitado de Asia —posiblemente del mundo—. Según su equipo médico, más de 300 pacientes lo visitan cada día. De esos, seis o siete son nuevos diagnósticos de lepra. Varios miles de casos anuales en un país en el que la enfermedad se supone eliminada desde hace casi una década.
EVANGELIO: Marcos 4, 26-31.
También dijo: Con el reino de Dios sucede lo mismo que con la semilla que un hombre siembra en la tierra: tanto si duerme como si está despierto, así de noche como de día, la semilla germina y crece, aunque él no sepa cómo. La tierra, por sí misma, la lleva a dar fruto: primero brota la hierba, luego se forma la espiga y, por último, el grano que tiene la espiga. Y cuando el grano ya está en sazón, en seguida se mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.
También dijo:
¿A qué compararemos el reino de Dios? ¿Con qué parábola lo representaremos? Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero una vez sembrado, crece más que todas las otras plantas y echa ramas tan grandes que a su sombra anidan los pájaros
SALIDA:
No olvidemos, que el reino de Dios tiene una fuerza secreta, que lo llevará a su total expansión, tiene unos comienzos pequeños y de apariencia modesta, pero esa pequeña semilla, tiene futuro, porque está animada por el espíritu. El reino excluye ambición del triunfo personal y de esplendor social. la pequeñez del grano de mostaza nos enseña actitudes Humildes para caminar hacia la comunión de todos los creyentes.
Tenemos que acoger el rostro de tantos hombres y mujeres, que buscan y ofrecen la verdad del rostro que han encontrado.
Salgamos al encuentro de todos esos rostros, en medio de nuestro mundo, en el trabajo, en la familia, con los amigos, vecinos o transeúntes … para ello tenemos que andar despiertos…
Con Francisco acabamos cantando: te adoramos…