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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 02/03/2017

Oración 2 de marzo de 2017

Introducción
La Cuaresma, un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección. En este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor. Un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo.
La Cuaresma, un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de la Palabra de Dios. El Papa Francisco nos invita a que nos dejemos guiar por la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (cf. Lc16,19-31)., nos da la clave para entender cómo hemos de comportarnos para alcanzar la verdadera felicidad y la vida eterna, exhortándonos a una sincera conversión.
[EXTRACTO DEL MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2017, ‘La Palabra es un don. El otro es un don’.]

¡Oh alto y glorioso Dios!...

Canto:

Salmo (22) El Buen Pastor
El Señor es mi Pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

Canto:

Noticia «Pablo Ráez, un joven malagueño que se convirtió en un fenómeno mediático por su lucha contra la leucemia y a favor de los trasplantes»
Este domingo fue el funeral de Pablo Ráez, un joven malagueño que se convirtió en un fenómeno mediático por su lucha contra la leucemia y a favor de los trasplantes. Se animaba a él mismo, pero sobre todo exhortaba a personas enfermas como él. El ímpetu de este joven deportista le hizo ir contando día a día su enfermedad mostrando siempre el lado positivo de la vida. Consiguió lo que no ha hecho ningún Estado, multiplicar de manera espectacular la cifra de donantes de médula.   Sin embargo, cuando parecía recuperado volvió a recaer y finalmente falleció a causa de la leucemia. En la parroquia de la Encarnación de Marbella, muy especial para este joven, se celebró un multitudinario funeral. El funeral lo presidía el párroco, José López Solórzano, este sacerdote fue para Pablo, como él mismo reconocía en numerosas ocasiones, alguien muy importante para él. “Los que hemos conocido a Pablo lo hemos querido. Dios ahora lo tiene en brazos. Y estoy convencido de que todo lo que ha ayudado a los demás no se pierde”, dijo este sacerdote sobre el joven que en abril cumpliría 21 años. “Era una criatura feliz. Solo le decimos gracias”, agregaba. Lo que muchos no conocían eran las inquietudes de un joven que con tan sólo 14 años acudió a la iglesia para pedir el bautismo. Y su padrino finalmente fue el párroco. Así pues, le invitó a ir a la iglesia para que si le gustase se quedara y “empezó un proceso que culminó con su Bautismo, Confirmación y Eucaristía”. El propio Pablo explicaba: “Pepe es mi padrino, pero es mucho más que mi padrino. Es mi amigo. Realmente Pepe es un gran amigo para mí. Ha estado muy presente en mi enfermedad. Ha sido de las personas que más cercanas ha estado. Siempre, siempre, siempre que ha podido ha estado para venir a verme. Siempre que he necesitado algo ha estado para dármelo”. Además, Pablo destacaba: “ese día estuvo pidiendo por mí, que estuvo rezando y toda esa energía a mí me llegó”. El sacerdote afirmaba que le había escuchado a Pablo: “dar las gracias a la leucemia. A mí eso me estremece. Da las gracias a su enfermedad porque gracias a ella él ha descubierto muchas cosas y las ha integrado en su vida. Es un buen alumno en esto, aprende de la vida, pues hay muchas veces que en la vida nos pasan cosas y no aprendemos. Él no, él va aprendiendo cada día de lo que le está ocurriendo”. Y, ¿en qué se materializaba esto? Pablo reconocía: “muchas veces voy andando por la calle y se me saltan las lágrimas por ver la naturaleza, algo que jamás me había ocurrido”. Aseguraba que estaba disfrutando de esto porque era “difícil”: “La vida está llena de sorpresas. La leucemia me está enseñando más de lo que me ha quitado. Lo que me hace funcionar cada día es saber que formo parte de la vida. Por eso la sonrío y la abrazo”. "Ha despertado en mí grandes dosis de solidaridad. Cada revés, cada retroceso en la enfermedad, me hace más fuerte en lugar de rendirme”, afirmaba. “Hay que disfrutar el día a día y cada momento porque es único, cada día es único e irrepetible. Cada revés, cada retroceso en la enfermedad, me hace más fuerte en lugar de rendirme. La muerte forma parte de la vida, por lo que no hay que temerla, sino amarla". Y así vivió y murió. Su experiencia ha enseñado a muchos a cómo enfrentarse al sufrimiento. “Pablo ha hecho lo que podía hacer, ha dejado su huella en este mundo, sigamos nosotros”, propuso.                                                                                           Libertad digital

Canto:

Evangelio (Lc 16,19-31)
Había un hombre rico que se vestía lujosamente y daba espléndidos banquetes todos los días. A la puerta de su casa se tendía un mendigo llamado Lázaro, que estaba cubierto de llagas y que hubiera querido llenarse el estómago con lo que caía de la mesa del rico. Hasta los perros se acercaban y le lamían las llagas.
Resulta que murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron. En el infierno, en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”. Pero Abraham le contestó: “Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal; pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente. Además de eso, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieren pasar de aquí para allá no pueden, ni tampoco pueden los de allá para acá”.
Él respondió: “Entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento”. Pero Abraham le contestó: “Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que les hagan caso a ellos!”  “No les harán caso, padre Abraham —replicó el rico—; en cambio, si se les presentara uno de entre los muertos, entonces sí se arrepentirían”. Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque alguien se levante de entre los muertos”».
                                                                                Palabra del Señor.

Salida.
No nos dejes caer en la tentación de buscar atajos para el amor, de regatear a costa de la justicia, de dar la nota sin crear música, de vivir sin raíces, de acaparar por miedo. No nos dejes caer en la tentación de hablar sin pensar, ni de pensar sin hablar, de revestirnos con falsa compasión.
                                                                                   J. M. Olaizola.

Te adoramos, Santísimo Señor Jesucristo, …