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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 18/08/2016

ORACIÓN JUEVES 18/08/2016

Ambientación:
Como cada jueves os ponemos en presencia del Señor. Hoy lo hacemos desde el sosiego de la época estival en que nos encontramos. Queremos detenernos para ser conscientes de cuanto nos rodea. No queremos olvidarnos de quienes hacen visible la misericordia de Dios en los hospitales, en los centros de ancianos, en las misiones, en la playa, en tantos lugares… No queremos cerrar los ojos a los que sufren la guerra, el rechazo, el abandono, la sobreexplotación, o la falta de trabajo…
Queremos dar gracias por todo lo bueno que encontramos a nuestro alrededor: las personas, la naturaleza, el mar, la montaña,… El encuentro con los que queremos, el tiempo “perdido” en la contemplación, en la conversación, o en la actividad lúdica, festiva, divertida… Queremos dar gracias por nuestro cuerpo, que nos hace sentir, desplazarnos, ver , tocar tantas maravillas que hay a nuestro alrededor, tantas miserias que también nos acompañan y, ante las cuales muchas veces nos hacemos ciegos, sordos…
Arranca de nosotros, Señor, el corazón de piedra.

Con San Francisco comenzamos diciendo OH ALTO y GLORIOSO DIOS…

Canto: Ven, Espiritu de Dios, y de tu amor enciende la llama.

Salmo 5:
Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, 3haz caso de mis gritos de auxilio, Rey mío y Dios mío.
A ti te suplico, Señor; 4por la mañana escucharás mi voz, por la mañana te expongo mi causa, y me quedo aguardando.
Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor.
Pero yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa, me postraré ante tu templo santo con toda reverencia.
Señor, guíame con tu justicia, porque tengo enemigos; alláname tu camino.
En su boca no hay sinceridad, su corazón es perverso; su garganta es un sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua.
Castígalos, oh Dios, que fracasen sus planes; expúlsalos por sus muchos crímenes, porque se rebelan contra ti.
Que se alegren los que se acogen a ti, con júbilo eterno; protégelos, para que se llenen de gozo los que aman tu nombre.
Porque tú, Señor, bendices al justo, y como un escudo lo rodea tu favor.

Canto: La misericordia del Señor, cada día cantaré

Noticia:Un chaval que aprendió árabe al convivir con 'niños-patera' ejerce de traductor en su propio juicio. IDEAL. CARLOS MORÁN 13/08/2016 00:09 |3
El juicio amenazaba con convertirse en un trabalenguas. El intérprete oficial de árabe era sirio y no acababa de entenderse con uno de los acusados, que era de nacionalidad marroquí e intentaba prestar declaración por videoconferencia. No había manera. La vista era ya una pequeña torre de Babel en el que las preguntas y las respuestas volaban de un lado a otro sin que nadie lograse descifrarlas del todo..
Lo sorprendente es que la solución estaba sentada en el banquillo de los acusados. Un adolescente de 16 años que, para sorpresa general, pidió la paz y la palabra. Y el magistrado Emilio Calatayud, titular del Juzgado de Menores 1, decidió escucharle. No tenían nada que perder y la sombra de la suspensión planeaba ya por la sala de vistas. «Don Emilio -dijo el mozo-, ¿me deja usted que le pregunte yo al chico?». «Adelante», respondió el jurista sin poder imaginar lo que estaba a punto de suceder. Y comenzó a hablar en árabe con el muchacho magrebí, que, contestaba aliviado al improvisado traductor y compañero de fatigas -ambos estaban procesados por un hurto-.
Tanto fue el consuelo del joven marroquí que incluso se echó a llorar. Los abogados, la fiscal, la secretaria judicial, los funcionarios y el propio Calatayud también estaban emocionados y boquiabiertos. El togado, confundido, preguntó entonces al chaval que si era de Marruecos o es que había vivido allí. «No, don Emilio, si yo soy de aquí. Soy 'granaíno' y gitano. Lo que ocurre es que he pasado tanto tiempo con los 'morillos' que me puedo entender con ellos», explicó el muchacho. «La verdad es que fue increíble. Nunca nos había sucedido algo igual», recordaba el magistrado.
Efectivamente, este chico llevaba un lustro bajo la tutela de la Junta de Andalucía y había aprendido el árabe al convivir con los 'niños-patera' en los centros de protección. De hecho, el delito de hurto que llevó al banquillo al joven marroquí y a su traductor ocurrió en uno de esos establecimientos. El chaval admitió que fue él quien entró en la habitación de un educador y se apoderó de 575 euros en efectivo, una 'tableta' y un 'manojo' de bonobuses valorado en 200 euros.
El incidente sucedió en junio del año pasado y el fiscal imputó a este chico español y a dos adolescentes magrebíes -uno de ellos no compareció-. Pero la confesión del joven granadino derivó en la absolución de los niños inmigrantes.
Ahora este muchacho, que hizo de «intérprete» en el «presente juicio» con «un resultado sobresaliente» -enfatiza la sentencia-, tendrá que pagar por lo que hizo. En este sentido, estará un año en libertad vigilada, un tiempo durante el que, entre otras cosas, tendrá que «profundizar en el conocimiento del árabe, fundamentalmente hablado», para «poder integrarse en el mundo laboral como mediador o integrador con menores inmigrantes en centros de protección», especifica la resolución judicial.

Canto: Dios está con los humildes

Evangelio: Lc 9, 46-50
Surgió entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más importante. Jesús, al darse cuenta de la discusión, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo: –El que acoge a este niño en mi nombre, a mí me acoge; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado, porque el más pequeño entre vosotros es el más importante. Juan tomó la palabra y le dijo; –Maestro, hemos visto a uno expulsar demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no pertenece a nuestro grupo. Jesús les dijo: –No se lo prohibáis, que el que no está contra vosotros, está de vuestra parte.

Canto: Hazme, Señor, pequeño y hermano

Salida: Vivir del Espíritu Santo es encontrar, a cualquier edad, el Evangelio en su frescor primero… y no hay un solo día que no pueda ser un “hoy de Dios”. Vamos a descubrirlo, a anunciarlo y a alabarlo. Decimos juntos: Te adoramos…

Canto: Jubilate Deo, omnis terra, servite Domino in laetitia, aleluya