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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 21/07/2016

Entrada: Dios de todos los vivientes, haznos capaces de abandonarnos en ti, en el silencio y el amor. Abandonarse en ti no es algo habitual en nuestra condición humana. Pero tú intervienes hasta en lo más íntimo de nosotros mismos y quieres para nosotros la claridad de una esperanza.

Canto: Pongo mi vida en tus manos 

Sal 33,3-11: Bendigo al Señor en todo momento.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al
escucharlo.
Proclamemos qué grande es el Señor y alabemos su nombre.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
Vuélvanse a él y quedarán radiantes, jamás se sentirán decepcionados.
El Señor siempre escucha al afligido, de su tribulación lo pone a salvo.
A quien teme al Señor, el ángel del Señor lo salva y cuida.
¡Prueben! Verán qué bueno es el Señor; dichoso quien en él confía.
Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a quienes lo aman.
El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor nada le falta.

Canto: Bonum est confidere in Domino, bonum sperare in Domino 

Fren­te al te­rro­ris­mo, hu­ma­ni­dad
'ABC - Alfa y Omega' - 2016-07-21
No bas­ta con re­pe­tir que el is­lam es una re­li­gión de paz. Hoy más que nun­ca ha­ce fal­ta en Eu­ro­pa un diá­lo­go en pro­fun­di­dad
El terrorismo ha golpeado Francia por tercera vez en año y medio. Calificar la matanza de islamista resulta problemático, habida cuenta de que el autor material no se caracterizaba precisamente por el cumplimiento de los preceptos religiosos, pero la invocación al Corán en este y otros atentados exige abordar de frente el asunto, junto a la capacidad del yihadismo por atraer a jóvenes nacidos o socializados en Europa, que aunque sean de origen inmigrante, no necesariamente provienen de contextos de marginalidad. Lo que es incuestionable es el conflicto de identidad personal en el terrorista. A su vez los atentados acrecientan las divisiones entre grupos sociales allí donde existen conflictos sin resolver. Son fracturas que no se solucionan apelando simplemente a la unidad de los demócratas o a unos valores cívicos comunes, que por supuesto son necesarios. Pero ni la población de los guetos de mayoría musulmana se siente interpelada por ese discurso, ni tampoco buena parte de la opinión pública francesa o europea, que se ha dejado seducir por el populismo xenófobo, con sus recetas perversas pero simples y comprensibles para todos.
Frente atentados como el de Niza, debe prevalecer el elemento humano, sin censuras, con todas las preguntas difíciles e incómodas que suscita el brutal asesinato de más de 80 personas, aún más incomprensible cuando muchas de las víctimas son niños. El problema es que el laicismo ha mutilado la capacidad de un diálogo en profundidad que hoy resulta más necesario que nunca. Porque no basta con repetir que el islam es una religión de paz. Es necesario acercarse a las personas musulmanas para comprender sus problemas y su visión del mundo, para entender por qué algunos de sus jóvenes perciben con hostilidad al resto de la nación. Para pedirles también un esfuerzo adicional en la deslegitimación del terror. Y para eso hace falta un contacto humano que comienza por llorar a los muertos juntos, cristianos, musulmanes o agnósticos. Sin temor, en nuestro caso, a hablarles del consuelo que para un cristiano aporta la certeza de que el odio y la muerte no tienen la última palabra, y sin miedo tampoco a escuchar lo que el otro quiera o tenga que decirnos.
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Canto: Dona la pace, Signore

Jn 15,1-8: El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»

Canto: Como el Padre me amó, yo os he amado, permaneced en mi amor…

Salida:
 A vosotros os llamo amigos
A vosotros, que compartís mi proyecto y lo lleváis a cabo;
a vosotros, que recibís mi Palabra y la ponéis en práctica;
a vosotros, que os reunís en mi nombre y evocáis mi presencia,
os llamo amigos.
 A vosotros os llamo amigos.
A vosotros, que afrontáis la realidad e intentáis mejorarla;
a vosotros, que no renunciáis a la utopía y camináis hacia ella;
a vosotros, que dais una oportunidad a un futuro mejor,
os llamo amigos.
(Joaquín Suárez Bautista) (rezando voy 21/7/2016) 

Canto: Jubilate Deo, omnis terra, servite Domino in laetitia, aleluya…