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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 17/12/2015

ENTRADA
Hoy, Señor, nos ponemos de nuevo delante de ti, en este tiempo de esperanza. Una persona con esperanza es siempre una buena noticia. La alegría y la esperanza son signos de salvación; ni cansan, ni se cansan.
Te presentamos hoy nuestras ganas de despertar del sueño, a ti, que sabes lo que nos distrae, lo que nos ocupa y nos preocupa, para que nos lleves de tu mano, abriéndonos al mundo y a cada persona.
Te presentamos nuestra opción por contagiar el compromiso por vivir la justicia, especialmente estos días tan cercanos a las elecciones.
Te presentamos nuestra necesidad de vaciarnos de tantas cosas para dejarnos llenar por ti.
Con Francisco, comenzamos diciendo: “Oh alto y glorioso Dios…”

PRIMERA LECTURASalmo 71
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra.
Que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

NOTICIA - UNA NAVIDAD SIN DESPERDICIOS
Volovanes de gambas con gorgonzola (30), un par de platos de jamón, un par de tablas de quesos. Dos bandejas de patés, una de panecillos con membrillo y otra de verduras asadas. Dos kilos de percebes, otros dos de gambones y uno de navajas con sal. Vino rosado, vino tinto, vino blanco, tres botellas de cada uno. “¿Sigo?”, pregunta Pilar Castillo. Su hija la mira mientras musita: “Podemos estar aquí hasta el año que viene”. Y sigue con unos cuantos platos más.
Es el menú, provisional y casi improvisado, de la familia de Pilar. Serán ocho a la mesa el día de Nochebuena y en ningún momento se pregunta si es o no demasiada comida. “¿Mucho? ¿Cómo va a ser mucho? Somos ocho, y es Nochebuena”. Pilar (la hija) habla mientras recoge los platillos de la mesa que su madre ha sacado con anchoas, queso, jamón, paté, calamares y patatas fritas. “Todos los años le decimos lo mismo. Mamá, que siempre sobra…
Pues nada, efectivamente, todos los años sobra. Y este volverá a sobrar. Y luego más de la mitad a la basura”.
Esa idea abstracta del “más de la mitad a la basura” es una realidad con datos. Según el estudio de Ikea para mostrar los hábitos de los hogares españoles en esta época del año, La otra Navidad: comportamientos de los españoles alrededor de la mesa, Nochebuena se convierte en el día que más comida sobra, según el 40% de los encuestados.
“Yo no tiro nada, nos lo comemos al día siguiente, o al otro. O si no reciclo”, arguye Pilar. Ella, septuagenaria y modista jubilada, está entre esos porcentajes que aseguran no “desaprovechar” la comida: un 69% declara comer las sobras al día siguiente, un 10% las congela, un 10% las guarda y un 10% las convierte en otro plato.
A pesar de esa reutilización, la hija de Pilar no está convencida de que esa “manera desaforada” de comprar y cocinar sea lo mejor ni para el bolsillo, ni para el planeta, ni para la educación de sus hijos. “Puede parecer una tontería, pero igual que les enseñamos a que hay que aprovechar las pinturas de colores hasta que se acaban, o no les compramos 20 juguetes por Navidad, hay que enseñarles que no debe exagerarse ni tirarse la comida”. Esta idea es más difícil de implantar que, incluso, el ahorro económico o el energético. Las implicaciones culturales y sociológicas de la comida son históricas. Pilar no cederá esta Navidad ni un plato, pero la otra Pilar, la hija, ha conseguido hacer un trato con ella. “Este año apuntarán en una libreta todo lo que compren estas fiestas y todo lo que sobre. Y harán lo mismo cada domingo cuando vayan a comer. “Así podemos ir viendo cuánto hace falta realmente, para que ella también se dé cuenta… “

EVANGELIO – Mt 6, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que creen que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis.
Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

PETICIONES – PADRENUESTRO

SALIDA 
Padre nuestro, ven a transformar nuestros corazones para que vivamos de verdad lo que te pedimos. Que sepamos construir tu Reino: que las calles sean espacio de paz y nosotros constructores de justicia. Que los gobernantes hagan tu voluntad, y les inspires justicia, para que todos, también los más débiles, tengan tu pan. Que seamos capaces de olvidar y no agravar, para que tu buena noticia no solo se cuente, sino también se viva en todas las partes del mundo.

Con Francisco terminamos diciendo: “Te adoramos, Señor Jesucristo…”